jueves, 19 de enero de 2012

DESPERTAR


Iba caminando por la calle de siempre, se dirigía hacia su casa, nada parecía diferente, era la rutina diaria por la que había transitado los últimos 3 años, de pronto el pavimento se hizo agua, los edificios árboles y los ruidos de voluminosa presencia conferidos a una ciudad ocupada, se hicieron trinos, vientos y ramas moviéndose combinados en una calma presencia fresca, hasta el aire cambió su esencia y entraba con facilidad por la nariz. Después de todo, los locos tenían razón, no todo es lo que parece.

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