lunes, 5 de diciembre de 2011

LLUVIA


Cada gota que caía del cielo llevaba en su interior a un pequeño ser, todos ellos en posición fetal dormidos y atrapados en la forma de la gota, eran miles que nacían al chocar contra el suelo, contra la tierra o con las hojas de los árboles. Allí despertaban de su tranquilo sueño y corrían apresurados a encontrar una rajadura en la tierra, algún agujero o esquina donde pudieran correr por entre la materia hasta el centro de la tierra, allí se aglomeraban, crecían, vivían y amaban dándole calor así a la tierra, después morían y renacían de nuevo en una gota del cielo.

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