lunes, 28 de noviembre de 2011

MIENTRAS 2DA. PARTE


El perro dormía en el pórtico de  la casa sobre la alfombra roja que con letras doradas le daba la bienvenida a los visitantes, estaba tranquilo el can a pesar de los ruidos que dentro se oían, después de todo ya estaba acostumbrado a pesar de que sus dueños aún no habían llegado.
De pronto se levantó con el lomo erizado poniendo las orejas levantadas en la posición mas alta y con la cola entre las patas, enseño los filosos dientes y ladró fuerte en constantes repeticiones que hacían ver la energía característica de los Amstaff, todo él se estremeció por un momento y después salió corriendo hacía el patio de atrás a esconderse en su casa, se fue tan asustado que seguramente si su casa de madera blanca hubiera tenido puerta, la hubiera cerrado y hubiera echado llave.
Ese perro atigrado de marcado carácter fuerte nunca había sido miedoso, pero al fin de al cabo la que acababa de entrar a la casa, era un espíritu nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario