lunes, 28 de noviembre de 2011

EL HADA DE LOS DIENTES


Cada día, encontraba siempre al menos uno debajo de la almohada de ese niño, para ese día ya debía tener una pequeña fortuna amasada a costa de ella, y se reprochaba la obligación de su trabajo y maldecía la suerte de ese niño, de ese pequeño hijo del dentista.

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