Caminó hasta el final del pasillo, giró sobre sus zapatos y lo recorrió de nuevo, estaba muy indecisa de tocar la puerta, esa puerta al final del pasillo, pero al fin de al cabo por eso había viajado tanto, había subido hasta el 6to. Nivel y había caminado hacía esa puerta, así que de nuevo giró por sobre sus tacones altos y volvió a recorrer el pasillo de paredes amarillas.
Llego a la puerta y tocó en la contraseña correcta, esa que se había memorizado con tanta exactitud. La puerta se abrió y un niño de 6 años le dijo que pasara adelante, que él estaba en el cuarto del fondo. Ella caminó con más seguridad y llegó al cuarto que tenía la puerta abierta, él estaba sentado en su sillón negro de cuero y la vio con detenimiento, se relamió los labios con cierta lujuria, se puso de pie lentamente, sacó de su pantalón un arma y descargó sobre el cuerpo de la joven 6 tiros que la hicieron derrumbarse cual árbol al ser talado, el sonrió, guardo su arma y se sentó de nuevo a esperar a que alguna otra victima lo llegara a visitar, al fin de al cabo ellas venían solas para su conveniencia y diversión.
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